Si no puede evitar retorcerse en la silla de su oficina durante todo el día, su incapacidad para quedarse puede ayudar a su salud. ¡Un nuevo estudio del American Journal of Preventive Medicine concluyó que la inquietud en realidad puede contrarrestar el impacto negativo que tienen las largas sesiones en la salud!
Evaluaron la cantidad de tiempo (y moviéndose alrededor) que los participantes hicieron en el transcurso de 12 años. Descubrieron que los participantes que tenían el movimiento más bajo mientras estaban sentados tenían un riesgo de mortalidad 30% más alto que las personas que simplemente no podían quedarse quietas. Esto indica que la inquietud puede ayudar a evitar todos los riesgos que causan la mortalidad que surgen de una sesión prolongada.