Algunos días, te levantas de la cama y todo parece ir mal. Tu cabello es un desastre. Te preguntas si podrías haberte hecho mayor de la noche a la mañana. La noticia es toda deprimente. Y tu familia está empezando a ponerse debajo de tu piel. Si dependiera de ti, simplemente te subirías a la cama, te esconderías debajo de las mantas y esperarías a mañana. ¿Qué puedes hacer? Lo primero que puedes hacer es sonreír. De Verdad. Incluso si no te sientes feliz, debes sonreír. Hay tres buenas razones para sonreír frente al blues. Primero, la sonrisa puede ayudarte a rodearte de otras sonrisas. Los humanos están cableados para imitar. Cuando está conversando con otra persona, generalmente comienza a hablar con el mismo tono y velocidad que la persona con la que está hablando. Y cuando vea que alguien sonríe, pronto se encontrará con una sonrisa en su rostro. Entonces, si te sonríes, esa sonrisa se vuelve contagiosa. En segundo lugar, tu expresión facial afecta la forma en que las personas te hablan. Si caminas con los ojos bajos y con el ceño fruncido, nadie quiere iniciar una conversación contigo. Todo tu comportamiento es un gran letrero que dice "Mantente alejado". Por supuesto, esa soledad solo reforzará tu mal humor. Cuanto más tiempo pases contigo mismo cuando te sientas deprimido, más tiempo te concentrarás en todas las razones por las que el mundo está tratando de atraparte. La sonrisa invita a la gente a tu mundo.

El Poder de la Sonrisa I - Alvaro Gordoa - Colegio de Imagen Pública (Mayo 2024).