Un toque puede ser tan delicado, pero tan poderoso. Desde un firme apretón de manos hasta un abrazo reconfortante, el tacto juega un papel vital en nuestras vidas. ¿Pero es la suavidad del toque de alguien más en nuestras cabezas? Según investigaciones recientes, ese podría ser el caso.
Los participantes en el estudio calificaron constantemente la piel de otra persona más suave que la suya, independientemente de si realmente lo era. Los investigadores descubrieron que los movimientos lentos y suaves evocaban esta "ilusión de suavidad" debido a su asociación con la intimidad y desencadenan la porción de nuestro cerebro que controla la recompensa y el placer. Pero aunque todo esto puede estar en nuestra cabeza, el estudio demuestra que el contacto es esencial para formar vínculos con los demás.
