En un fuerte mensaje a los antioxistas, el gobierno australiano ha anunciado que los padres que se nieguen a vacunar a sus hijos ya no serán elegibles para los pagos de asistencia social patrocinados por el gobierno o los reembolsos por cuidado de niños. La NPR informa que el primer ministro Tony Abbott dijo que el gobierno estaba "cerrando una brecha" que detendría los pagos de 15, 000 dólares australianos ($ 11, 500 USD) para los padres que se saltan las vacunas.

Al igual que en Estados Unidos, el número de "objetores de conciencia" que afirman razones no médicas para no vacunarse ha aumentado en los últimos años. Actualmente, el 90% de los niños australianos están vacunados contra enfermedades como el sarampión, las paperas y la rubéola. Alrededor de 40, 000 niños ahora están exentos, lo que es tan fácil como que un médico firme un formulario de una página que reclama una objeción personal, filosófica, religiosa o médica.



El Sydney Morning Herald informó que las organizaciones médicas y de cuidado de niños respaldan la decisión del gobierno.

El primer ministro Abbott declaró:

Primitive Technology: New area starting from scratch (Mayo 2024).