Si nos sentimos deprimidos o molestos por algo, puede tener un gran impacto en cómo vemos el mundo. Literalmente cambia toda nuestra percepción, hasta los tonos de colores que vemos, según un nuevo estudio. Los investigadores descubrieron que las personas que sentían tristeza eran "menos precisas en la identificación de colores en el eje azul-amarillo". También encontraron que la tristeza era la única responsable del cambio en la percepción del color. Entonces, cuando las cosas se ven sombrías, busca tus lentes de color rosa (¡y ve al gimnasio con uno de tus amigos despreocupados!). ¡Estarás viendo el mundo en tonos más vibrantes en poco tiempo!



El Color de Nuestras Emociones (Mayo 2024).