Si estás mirando la vida a través de lentes de color rosa, puede que todo esté en tu cabeza, literalmente. Un nuevo estudio encontró que el tamaño de la corteza orbitofrontal (OFC) influye en qué tan optimista es la mentalidad de una persona. La OFC, que es la región del cerebro ubicada justo detrás de los ojos, está asociada directamente con la ansiedad.
Los investigadores descubrieron que las personas optimistas tienden a tener una OFC mucho más grande y, como resultado, menos ansiedad. Un análisis estadístico de las IRM de adultos jóvenes sanos reveló que una OFC más gruesa en el lado izquierdo del cerebro estaba relacionada con un mayor optimismo y niveles más bajos de ansiedad. También encontraron que el optimismo neutralizaba los niveles de ansiedad en individuos que tenían OFC más grandes.
