Obtener pruebas de Papanicolaou regulares es un mal necesario para todas las mujeres. Esos pocos minutos de incomodidad, las piernas apoyadas en estribos, pueden detectar el VPH o el cáncer cervical, por lo que se recomienda tener uno cada tres años. Pero según una nueva revisión de la investigación publicada en la revista Nurse Practitioner, las mujeres lesbianas no son examinadas tan a menudo como sus homólogas heterosexuales.

Según el análisis, las lesbianas representan entre el 3% y el 11% de la población femenina de nuestro país, pero son evaluadas en tasas de 5% a 18% más bajas que las mujeres heterosexuales. ¿La razón? Bueno, hay un puñado de factores que podrían contribuir.



Hasta hace poco, los profesionales médicos pensaban que las lesbianas tenían menos riesgo de contraer HVP, la ITS que puede causar cáncer cervical. Esto se debe a que la forma más común en que se transmite es de hombre a mujer.

Pero esta revisión particular encontró que muchas lesbianas o sus parejas han tenido experiencias sexuales previas con hombres: en cuatro estudios, un promedio del 77% de las lesbianas dijeron que habían tenido relaciones sexuales con hombres en el pasado. Las lesbianas también informaron tener más parejas sexuales que las mujeres heterosexuales y tener más relaciones sexuales antes de los 18 años, las cuales se consideran factores de mayor riesgo para el VPH.

La investigación también señaló que las mujeres lesbianas y bisexuales tienen un 6% menos de probabilidades de tener seguro médico, lo que podría estar relacionado con los matrimonios entre personas del mismo sexo que no se reconocen como elegibles para planes de seguro compartidos, o debido a sesgos sociales y culturales que los penalizan. Las mujeres económicamente. Y en cuanto a las mujeres que están aseguradas, es posible que no estén viendo a sus ginecólogos con regularidad para recibir atención preventiva si no van a la anticoncepción o los servicios de planificación familiar. Además de todo esto, las experiencias negativas con los médicos o la sensación de estigmatización por su orientación sexual podrían aumentar las dudas de las mujeres para programar su chequeo anual.



Es importante que todas las mujeres se realicen una prueba de Papanicolaou, cada 3 años si tiene entre 21 y 65 años y tienen un cuello uterino, independientemente de su historial sexual. Eres tu mejor defensor de la salud, nunca lo olvides. ¡Así que levanta el teléfono y reserva tu cita!

Fin del Género: Revolución, No Reforma. Por Rachel Ivey (Mayo 2024).