La actividad de las células madre de tu piel sigue tus ritmos circadianos. Durante el día, activan los genes que defienden la luz UV y la contaminación. El refuerzo antioxidante de la mañana es vital para la protección de los radicales libres que se acumularán tan pronto como salgas a la luz. Por la noche, sus células no tienen que estar a la defensiva, y en su lugar se centran en producir células sanas para reemplazar las dañadas. El pico para reparaciones nocturnas es entre las 10 pm y la medianoche. ¿La clave para mantener este equilibrio? Se adhieren a un horario de sueño sólido.

Ciencia Divertida La Piel y sus Partes (Mayo 2024).