Dar las gracias está arraigado en nuestra cultura social. Diga las gracias cuando alguien abra la puerta, diga gracias cuando alguien haga un cumplido, diga las gracias cuando alguien le dé un regalo: la lista continúa. La cortesía cuenta. Sin embargo, más allá de los buenos modales, la práctica de mostrar gratitud también tiene algunos beneficios egoístas. Las investigaciones muestran que incluso 15 minutos de gratitud diaria pueden disminuir dramáticamente las hormonas del estrés en su cuerpo. ¿No puedes llegar al yoga? Ponga en marcha esas notas de agradecimiento que ha querido escribir durante semanas.

COLUMNA: Esperanza, gratitud y amor.

El cerebro, nuestro mejor aliado contra el estrés. Marian Rojas-Estapé, psiquiatra y escritora (Mayo 2024).