Aquí hay una razón para estar más cerca de la CA: como seres humanos, podemos generar tanto como un galón de sudor en dos horas. La sudoración se convirtió en la forma natural de nuestro cuerpo de liberar toxinas a través de nuestra piel y, afortunadamente, nos impide jadear como Fido (los perros no sudan). Además, a diferencia de los perros, no arrojamos un abrigo peludo en el invierno, pero sí perdemos un promedio de nueve libras de piel cada año. Eso es mucho polvo.
ESTUDIO: Los hombres sudan, las mujeres brillan.