¿El simple hecho de quitarte un suéter te hace más propenso a llorar o menos capaz de ejercer el autocontrol? ¡Por supuesto no! Pero la gente cree que sí. Un nuevo estudio, publicado en el Diario de Personalidad y Psicología Social, encontró que cuando los hombres y las mujeres muestran más piel, otros asumen que son más emocionales, menos capaces y aún menos morales. Esencialmente, hay dos maneras de pensar en otra persona: como un agente (alguien con inteligencia, ambición, autocontrol) o un experimentador (alguien emocional, sensual). Las características que imaginas que alguien tiene en un momento dado se reducen al contexto, y un poco de torcedura. En una serie de seis experimentos, los investigadores demostraron que cuando nos enfocamos en el cuerpo de alguien (juzgando su atractivo o viéndolo en topless), Asumimos que la persona es un experimentador, que absorbe el mundo a su alrededor pero es menos capaz de hacerse cargo de sus vidas. Cuando la misma persona está completamente vestida, asumimos que son menos emocionales y perfectamente capaces de manejar su "sabes qué". La clave aquí es que vemos que otros tienen una mente diferente cuando estamos enfocados en sus cuerpos.

Los cuerpos desnudos se convierten en lienzos en Nueva York (Abril 2024).