Cuando los sonidos extremadamente fuertes o repetitivos viajan a través de su canal auditivo, golpean contra su tímpano, enviando ondas que mueven minúsculos pelos que convierten el sonido en impulsos eléctricos. Las olas grandes a veces pueden dañar estos pequeños pelos, y nunca vuelven a crecer. La exposición prolongada o repetida a sonidos ao de más de 85 decibelios puede causar pérdida de audición, y un reproductor de mp3 con un volumen máximo supera los 100 decibelios, así que bájelo.

Un test de audición genial: ¿Eres un superhumano? (Mayo 2024).